La innovación, ser diferente y
hacer de tus cosas algo más personal están muy de moda. Si trasladamos esto al
tradicional vestido de novia, ¿Cómo se puede conseguir?
Hay novias que deciden cambiar el
vestido de novia de forma más contundente añadiendo complementos muy del “día a
día”, como por ejemplo chaquetas vaqueras o llegando incluso a utilizar
pantalón y blusa en lugar de vestido.
Sin embargo, existen diversas
opciones para realizar cambios de una manera menos drástica. En estos casos,
una de las mejores apuestas es la mezcla de tejidos. Cabe destacar el chantillí
con satén, tafeta con encaje, tul con satén, telas brocadas, etc.
Otra opción
muy creativa es añadir complementos como fajines de raso y broches con los que
puedes dar un toque de fantasía y color al vestido; pudiéndolos combinar con
los zapatos o cualquier complemento que decidas llevar. Tops a modo de corsé
para enfatizar la cintura, cortes asimétricos y combinaciones de escotes
palabra de honor con detalles en encaje son de lo más trend este año.
Pero para completar estas
novedades, cada vez son más las novias que muestran su atrevimiento llevando
dos vestidos: uno más tradicional para la ceremonia y otro mucho más moderno y
transgresor para el baile. Ante esta situación,
optan directamente por vestidos de fiesta como segundo vestido.
Y tú, ¿qué tipo de novia eres?
¿Te atreverías con alguna de estas propuestas?
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