viernes, 4 de octubre de 2013

El ramo de novia




Actualmente, una boda y todo lo que la rodea está repleto de costumbres y tradiciones. Casi todas las costumbres se siguen utilizando aunque hayan perdido su significado, pero todas ellas tienen un origen, y como no podía ser de otra manera, el ramo también lo tiene.

En 1840, cuando la Reina Victoria se casó con el príncipe Alberto de Sajonia, se sustituyeron las hierbas y especias, que ya se utilizaban en la antigua Grecia y Roma, por flores frescas y, en especial, Caléndulas. Además, eran flores comestibles como el eneldo, conocido como hierba de la lujuria, que luego se comían los novios e invitados a la boda durante la recepción.

Si es cierto que antes las flores que conformaban el ramo se elegían sobre todo por su significado y no tanto por su color o forma; sin embargo, ahora, la elección de las flores se basa en el gusto por una flor en especial, o en la armonía con la decoración del lugar del enlace o con la combinación con el vestido de novia y con alguno de sus complementos.

Siendo de esta forma, existe una gran variedad en cuanto a ramos de novia se refiere y cada vez surgen nuevas alternativas en cuanto a qué hacer con ellos. Algunas de éstas variedades son ramos de flores de tela en bouquet o colgantes, incluso en ramilletes. Para las novias más atrevidas, una de las últimas tendencias son los “ramos joya” hechos con broches brillantes o con broches entremezclados con flores de tela. Normalmente se suelen elegir broches con algún significado especial para la novia.

En cuanto a qué hacer con el ramo, hay opiniones de todo tipo. Novias que siguen prefiriendo lanzarlo, otras que prefieren entregarlo a una persona especial e incluso algunas que encargan copias del ramo en miniatura para regalarlo a sus damas de honor. Sin embargo, también hay novias que prefieren conservarlo,  por lo que en estos casos, los ramos joya son una estupenda opción ya que son ramos para toda la vida.


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